sábado, 30 de julio de 2011

El sueño de vivir

SONETOS MONÓTONOS 
                          
 Vivir es olvidar mal lo vivido,
 No aprobar las lecciones del  pasado;
 No cuentes que retorne lo partido
 Por más que el Cielo engañe de estrellado. 


 Vivir es confundir lo más querido,
 Continuar atisbando lo esperado;
 Dialogar hasta verse sin sentido
 Por más que el mundo mande estar callado; 

 Vivir es ir muriendo sin apuro,
 No averiguarle a la alegría razones,
 Saltarse los escombros cual canguro; 

 Vivir es desgastar los pantalones
 Sin esperar prodigios del futuro,
 Vivir es inventar viejas canciones. 

                       
 Ignoras que te sueño cotidiano
 que regresando Tú vuelve la vida
 y leve entre las manos se me anida
 la aleteante alegría del verano; 

 A la mañana luego asciendo ufano,
 contento de saberte en mí escondida
 como suelta gacela consentida
 combas el cuello, comes de mi mano; 

 Al dormirme te cito con ternura,
 agradezco ese obsequio de la suerte,
 si andando por la luz no puedo verte 

 Tú  me  visitas  en la  noche oscura
 y el corazón, que riñe con la muerte,
 vuelve a latir nutrido de locura. 



Rogelio Fabio Hurtado (La Habana, 1946) Reside en La Habana 







René Espí


La eternidad del sentir.Ulises Gónzalez

La soledad de Ulises se desliza,
destella en el pétalo oloroso,
no le queda ni un as del perezoso;
el ángel ante sí se descuartiza.

La soledad, distancia que le atiza
el alma fértil, el rojo caluroso.
La línea grácil despierta al ojeroso
joven hirsuto que en el lienzo pisa.

Con gran formato, sin error, ni prisa
otra flor destrampa al animoso
y se invade de cantos la cornisa.

Tiene Ulises por puente el milagroso
don de enfundarse la sonrisa
mientras se nos desviste luminoso.
Amaury Pérez









Os presento algunos de los trabajos de Ulises Gónzalez,uno de los pintores cubanos que mejor saben plasmar los sentimientos y las emociones a través de sus obras.Si queréis conocer más trabajos de Ulises,os invito a visitar www.ulisesgonzalez.net



viernes, 29 de julio de 2011

Oda a La Habana


Yo no quiero morir, ciudad, yo soy tu sombra, 
yo soy quien vela el trazo de tu sueño,               
quien conduce la luz hasta tus puertas, 
quien vela tu dormir, quien te despierta;               
yo soy un pez, he sido niño y nube, 
por tus calles, ciudad, yo fui geranio,               
bajo algún cielo fui la dulce lluvia, 
luego la nieve pura, limpia lana, sonrisa de mujer,               
sombrero, fruta, estrépito, silencio, 
la aurora, lo nocturno, lo imposible,               
el fruto que madura, el brillo de una espada, 
yo soy un pez, ángel he sido,               
cielo, paraíso, escala, estruendo, 
el salterio, la flauta, la guitarra,               
la carne, el esqueleto, la esperanza, 
el tambor y la tumba. 
Yo te amo, ciudad,               
cuando persistes, 
cuando la muerte tiene que sentarse 
como un gigante ebrio a contemplarte,               
porque alzas sin paz en cada instante 
todo lo que destruye con sus ojos,               
porque si un niño muere lo eternizas, 
si un ruiseñor perece tú resuenas,               
y siempre estás, ciudad, ensimismada, 
creándote la eterna semejanza,               
desdeñando la muerte, 
cortándole el aliento con tu risa, 
poniéndola de espalda contra un muro,               
inventándote el mar, los cielos, los sonidos, 
oponiendo a la muerte tu estructura               
de impalpable tejido y de esperanza. 

Quisiera ser mañana entre tus calles               
una sombra cualquiera, un objeto, una estrella, 
navegarte la dura superficie dejando el mar,               
dejarlo con su espejo de formas moribundas, 
donde nada recuerda tu existencia,               
y perderme hacia ti, ciudad amada, 
quedándome en tus manos recogido,               
eterno pez, ojos eternos, 
sintiéndote pasar por mi mirada 
y perderme algún día dándome en nube y llanto,               
contemplando, ciudad, desde tu cielo único y humilde 
tu sombra gigantesca laborando,               
en sueño y en vigilia, 
en otoño, en invierno, 
en medio de la verde primavera,               
en la extensión radiante del verano, 
en la patria sonora de los frutos,               
en las luces del sol, en las sombras viajeras por los muros, 
laborando febril contra la muerte,               
venciéndola, ciudad, renaciendo, ciudad, en cada instante, 
en tus peces de oro, tus hijos, tus estrellas.        

Gastón Baquero
Fragmento del poema El testamento del pez







Una mirada ajena. Pedro Gil

Menesteroso de silencio, pido tres palmos de la orilla desolada, de donde pueda regresar sencilla, como un fuego marino, la mirada.
Jose Gorostiza



















Pedro Gil es un esplendido fotógrafo argentino ,que en una de sus visitas a La Habana,supo captar la esencia de la ciudad a través de su particular mirada.Si queréis conocer más trabajos de Pedro Gil,os invito a visitar www.nuevofca.com.ar