miércoles, 5 de enero de 2011

Otro lugar,otro camino

Era la crónica de una muerte anunciada. Finalmente los administradores de Facebook cerraron De La Habana al cielo sin posibilidad a la defensa y atendiendo únicamente a las quejas de algún alborotador movido por la envidia o el rencor.De todas formas de nada sirven las quejas,hay que seguir caminando mirando el horizonte,de una manera más lenta y sin tanta presión imagino que se hará este camino mucho más amable.Será imposible recuperar a miles de los seguidores de la pagina,pero los que sigan acompañando esta nueva andadura ya se encargarán de hacer de este nuevo espacio un lugar tan inmenso como De La Habana al cielo.A los que seguís junto a mi agradeceros vuestra fidelidad y cariño,a los que se perdieron en el camino,simplemente darles las gracias,fue bonito mientras duró.


Ahora prosigamos nuestro camino de la mano de un gran pintor y generoso amigo,Sergio Lastres


¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas,un vientecillo tibio,la paz del espíritu.
André Maurois
















Desde aquí quiero agradecer a Sergio Lastres la inmensa generosidad al brindarnos la posibilidad de admirar alguna de sus obras.Es un regalo contar con tú amistad!





Mal poeta enamorado de la luna,
no tuvo más fortuna que el espanto;
y fue suficiente pues como no era un santo
sabía que la vida es riesgo o abstinencia,
que toda gran ambición es gran demencia
y que el más sordido horror tiene su encanto.
Vivió para vivir que es ver la muerte
como algo cotidiano a la que apostamos
un cuerpo espléndido o toda nuestra suerte.
Supo que lo mejor es aquello que dejamos
-precisamente porque nos marchamos-.
Todo lo cotidiano resulta aborrecible,
sólo hay un lugar para vivir, el imposible.
Conoció la prisión, el ostracismo,
el exilio, las múltiples ofensas
típicas de la vileza humana;
pero siempre lo escoltí cierto estoicismo
que le ayudó a caminar por cuerdas tensas
o a disfrutar del esplendor de la mañana.
Y cuando ya se bamboleaba surgía una 
por la cual se lanzaba al infinito.
No quiso ceremoniadiscurso, duelo o grito,
ni un túmulo de arena donde reposase el esqueleto
(ni después de muerto quiso vivir quieto).
Ordenó que sus cenizas fueran lanzadas al mar
donde habrán de fluir constantemente.
No ha perdido la costumbre de soñar:
espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente.
(Nueva York, 1989)
Reinaldo Arenas






5 comentarios:

  1. Montse, nos desmayes, no sabìa lo del rollo con la pàgina, en fin tienen el poder y hacen uso de èl... siempre pasa así. Mis poemas todos estàn a tu disposiciòn para cuando los quieras, incluso mi libro inèdito, que sabes està en mi pàgina. un beso grande y ya me hice fans de esta nueva blogspot. te seguiremos adonde vayas, jajajaja, besos juan carlos rivera.

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  2. Montse, aquí me vine. Besotes.
    Marga

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  3. No me voy a venir abajo porque intenten privarme de ser libre,al contrario,voy a seguir con la idea de dar luz a todos los talentos que un día vio nacer la Isla más bella del mundo.
    Gracias a los dos por vuestro apoyo.Un abrazo inmenso!

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  4. Qué poema, cuânto sentir. M, gracias infinitas

    Enma

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