lunes, 14 de mayo de 2012

La poesía te salva. Arístides Vega Chapú






"Creo desde hace mucho tiempo que el discurso de la poesía es el de la verdad. Los hombres, pese a todos los cambios sufridos, creen todavía que con un poema se conquista un amor, que un verso salva y mejora cualquier conversación por escabrosa que sea. Que no hay voz más poderosa, para llamar al combate, que la voz de la poesía. Nadie, por muchos cambios que se han operado en el mundo, se resiste al discurso de la poesía".
Arístides Vega Chapú



Ornela Laezza


Mirándome dentro

Sigilosamente me acerco al borde de la zona
en la que los recuerdos me reflejan.
Me dejo observar por mis ojos cerrados
como si no existiese más que la sombra
desprendida de mi cuerpo.
Desde lejos,
donde todo permanece invisible
llega un viento de extraño rugido.
Para lograr la ilusión,
regreso al silencio las palabras
que su poder aferra en mí
la angustia provocada por la duda.
Siempre quise revelarlo en tus palabras
pero un viento de extraño rugido las llevó.
Con seguridad bastarían las más sencillas
para aliviar el miedo a exponer mi pecho
y probar la verdad
por la que se está dispuesto
a llevar a cuestas la muerte.
Recorro los bordes de esa resbaladiza zona
de la memoria
en la que estoy a solas con mi sombra,
donde antes estuvo el poder de las aguas
que calmaron mi sed
hoy sólo se soporta el vacío de una imagen.



José Manuel Bielsa


Serenidad del silencio

Voy dando tumbos entre cielos
que pueden borrarlo todo,
incluso la noche.
Una estrella muestra su imparcialidad
dejándose caer cerca de mi pecho
para iluminar lo que reconozco
como mi cuerpo, inútil
si no es reanimado por tus caricias.
Buscándote, descubro otra vida
en la que seré admitido
si entrego tu corazón
quebrado
por la amplitud irrepetible de la noche
bajo la que no será filmada
ninguna nueva escena.
Como en una película voy dando tumbos,
entre cielos muy diversos,
horriblemente despeinados, los cabellos
por la velocidad sobre la que viajo,
revive el miedo
que en mis ojos se muestra
rindiendo culto a la realidad.
Con cierta desconfianza en las visiones
por tantos reveces
me desentiendo
de lo que puede o no leerse en mis manos.
Frías están y lo peor puede aparecer
en su envés.
Todo cuanto me rodea
ha sido inventado por una luz amarilla
que ninguna otra puede imitar
fuera de este filme,
al que no le corresponde realidad alguna,
día o noche.
En busca de la plenitud que muestras.
avanzo dando tumbos entre los cielos,
prestándole atención a las voces
con las que te vales
para que la noche nos muestre su rostro
verdadero.
Estoy ante la elegida
y no pronuncio palabra alguna
de las tantas que reservé en este instante.
La solución puede estar en el silencio,
donde se ocultan las palabras más severas.




Conversación con Gastón en San José

“Volverás de nuevo a decirme adiós”,
dice Gastón Baquero, y no le creo.
Bajo el intacto cielo que desconoce la noche,
no será posible.
El destino trazará el mapa
del país que he imaginado.
Podré despertar,
solo y nostálgico en Madrid
o en un accidental paisaje
al que me aferro
por no encontrar nada
en derredor que sienta como mío.
En el lento cielo las estrellas se reflejan
sin ofrecer descanso.
Quiero dejarlas caer sobre el papel
cuando el cielo en su extensa región
se nos vuelva a mostrar amaneciendo en Madrid,
en la isla,
o en cualquier otro paisaje
de los que navegan
el profundo océano del deseo.
Aspiro una bocanada del habano
y sigo las efímeras rutas del humo,
hasta regresar a la bodega de mi pueblo
donde todos se conocen,
y continuar una conversación familiar.
Lo que recuerdo no podrá ser relatado,
aunque caigan todas las estrellas
sólo para satisfacerme un deseo.
Si alguien pudiera recordar el pasado por mí
me agotaría menos,
pero estoy solo con la foto del joven Maceo,
sin machete a la cintura,
la almidonada banderita y una flor de majagua.
Me apropiaría de todos los recuerdos
como si fuesen los míos,
y así los ojos enrojecidos no se desesperarían
al no ver el país que he imaginado
dormir, como un ángel, en mi hombro.  



Estos poemas se encuentran recogidos en el libro de Arístides Vega Chapú,Sagradas pasiones,publicado por Editorial Letras Cubanas en 2005.

2 comentarios:

  1. De la mano de La Habana al cielo es un placer este reencuentro con Arístides Vega Chapú, este reencuentro con la Poesía.

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  2. Soy Ornela Laezza, la creadora del cuadro que publicaste, queria agradecerte por hacerlo y por nombrarme, fue un hermoso gesto! tengo mas blogs! y cuando quieras podemos estar en contacto!
    Ornela! saludos!

    http://ornelalaezza.wix.com/artes

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