domingo, 27 de mayo de 2012

Un ser de luz. Mirta Plá






Inmóvil en la luz, pero danzante
tu movimiento a la quietud que cría
en la cima del vértigo se alía
deteniendo, no al vuelo, sí al instante.

Luz que no se derrama, ya diamante,
fija en la rotación del mediodía,
sol que no se consume ni se enfría
de ceniza y llama equidistante.

Tu salto es un segundo congelado 
que ni apresura el tiempo ni lo mata:
preso en su movimiento ensimismado tu cuerpo de sí mismo se desata
y cae y dispersa tu blancura
y vuelves a ser agua y tierra oscura.

Octavio Paz















2 comentarios:

  1. Y su sonrisa; la mayoria del tiempo Mirta sonreia, lo que le otorgaba a su rostro una inmmensa luz. Pena que se fuera tan pronto.

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