domingo, 31 de octubre de 2010

Entre Infanta y San Francisco quedó parte de mi alegría

En una azotea,de Centro Habana,entre Infanta y San Francisco quedó parte de mi alegría.En un habitáculo de  20 metros cuadrados vivían Rigo y Norma.Un matrimonio que no tenía nada más que generosidad,grandeza,sabiduría y ganas de tirar pa´lante con todo el ánimo del mundo.Su casa era de dimensiones reducidas,pero era como un palacio de bondades y quereres.Mi paladar aún guarda el recuerdo de ese arroz con congri y chicharrones que un día compartieron conmigo.Rigo era y sigue siendo un Titi,de setenta y muchos años,pero como decía siempre,un Tití!Siempre le acompañaba una gorra,sin ella no vivía,sin ella,no respiraba.Todos los días al despertarse,lo primero que hacía era salir a la azotea y rezar bajo el cielo De La Habana, ¿Qué Dios va a negarse una bendición bajo ese cielo?Ninguno,ese cielo no niega,abriga,acompaña y se apiada.Después de sus rezos a todos los santos,se iba a buscar los mandados,o mejor dicho,averiguar si alguno de ellos había llegado a la bodega.Al regresar de nuevo a la azotea Centro Habanera,Norma,lo esperaba con arroz y tostones en la mesa y una enorme sonrisa de agradecimiento y querencia.Ya en la tarde,aprovechaba para ir a bailar Rumba,no se perdía una! Era  y sigue siendo un Maestro de la Rumba.Recuerdo en una ocasión, una fiestecita que dio en la azotea,los santos estaban felices viendo bailar a Rigo,yo me arrebataba viéndolo,era tan intenso el sentimiento que transmitía que era imposible no emocionarse.
Los domingos,eran días especiales,Rigo siempre iba al Callejón de Hamel a bailar Rumba.Cuando comenzaba a bailar,la gente le abría paso,y al finalizar el baile los aplausos eran gloriosos.
Aún perdura el recuerdo de Rigo y Norma  en mi mente.
Ahora y en la distancia,me doy cuenta de que parte de mi alegría la dejé en esa azotea.
M

4 comentarios:

  1. Querida Montse, con un relato tan breve tocas todas las fibras de nuestras ternuras...así somos los cubanos, en cada rinconcito hallarás la hospitalidad, el amor que nace y queda para siempre, el calor de la música y el baile, el chiqueo consentido de un nombre , el color del cielo que nos envuelve en una bella sonrisa de bienvenida .Gracias como cubana por penetrar en nuestras vidas y costumbres desde un pedacito de Centro Habana tre Infanta y San Francisco, tan familiar para mi .Un abrazo amiga

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  2. Es fantástico contar con personas como tú,que me devuelven un pedacito de Habana día tras día.

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  3. Es lo que te decía con lo de Estatua de sal. No dejo de pensar en lo que puede encadenarme como recuerdo. Instancias que deben recibir el nombre que les niego. Con tantos abrigos en casa, te echan afuera, cortan tu idilio con las quimeras. Ves otra realidad suceder, creces tarde, pero creces al analizar los años vividos donde solamente pintabas y jugabas a escribir. Era una experiencia llegado al porvenir. Comparar los años que te quedan... son muchos más para seguir siendo. Por eso no veo atrás. Ideo nuevas quimeras y mis amigos ya se hicieron libres cuando encontraro su momento. Nuevos soñares, nuevos amores y primarevas.
    Te pegas y me haces desarrollar este afecto.

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  4. Es muy grato para mi contar con una persona como tú.Estimulas mi materia gris,a veces,invisible,y me haces crecer con tus comentarios y afectos.Un abrazo.

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